Muchas veces escuchamos o leemos lo que deben evitar las gorditas y el porque lo que comemos nos daña la salud. Y simplemente no le hacemos caso, no le damos la importancia debida, ahora enfocaremos este tema de una manera diferente para que puedas analizar y saber si éste es tu caso. Porque el ser gordita no esta mal, pero es el significado de algún desorden en tu salud que en muchos casos se debe a una mala alimentación, lo que se desea es evitiar excesos y extremos con algunos hábitos y costrumbres.
El tener un exceso de peso nos lleva a muchas enfermedades y eso ya lo sabes y seguramente empezaste a notarlo, si no tenemos costumbre de pesarnos, nos daremos cuenta en la ropa que usamos y como lucimos. Este ya es un trastorno alimenticio. Las personas con trastornos en la alimentación llevan dichas preocupaciones a los extremos, desarrollando hábitos alimentarios anormales que amenazan su bienestar e incluso sus vidas.
Lo que debemos evitar es comer compulsivamente, ya que el trastorno puede comenzar con comilonas ocasionales. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto
destructivo en el desempeño de las funciones de una persona o la imagen de sí misma, es hora de consultar a un profesional de la salud.
Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar los trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos. Además de ello existen los problemas hormonales que llegan a veces con la edad. La mayoría de las personas con trastornos en la alimentación tienen baja auto estima, se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia. Hay características específicas con cada uno de los trastornos. Por ejemplo Las personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos como la genética también desempeñan un papel importante para poner en peligro a las personas. Un amplio acontecimiento de situaciones puede precipitar los trastornos en la alimentación en personas susceptibles.
Los familiares o amigos pueden burlarse repetidamente de ellas con relación a sus cuerpos. Pueden participar en gimnasia u otros deportes que ponen énfasis en el peso bajo o una determinada imagen corporal. Las emociones negativas o los traumas como la violación, abuso o la muerte de un ser querido también pueden desencadenar trastornos. Incluso un acontecimiento feliz, como dar a luz, puede provocar trastornos debido al impacto estresante del hecho que implica un nuevo papel en la persona y su imagen corporal. Una vez que las personas comienzan a tener conductas de alimentación anormales, el problema puede perpetuarse.
Lo que debemos evitar es comer compulsivamente justificando motivos innecesarios, reuniones, cumpleaños, celebraciones...Primero tu salud.
Lo que debemos evitar es comer compulsivamente, ya que el trastorno puede comenzar con comilonas ocasionales. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto
destructivo en el desempeño de las funciones de una persona o la imagen de sí misma, es hora de consultar a un profesional de la salud.
Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar los trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos. Además de ello existen los problemas hormonales que llegan a veces con la edad. La mayoría de las personas con trastornos en la alimentación tienen baja auto estima, se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia. Hay características específicas con cada uno de los trastornos. Por ejemplo Las personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos como la genética también desempeñan un papel importante para poner en peligro a las personas. Un amplio acontecimiento de situaciones puede precipitar los trastornos en la alimentación en personas susceptibles.
Los familiares o amigos pueden burlarse repetidamente de ellas con relación a sus cuerpos. Pueden participar en gimnasia u otros deportes que ponen énfasis en el peso bajo o una determinada imagen corporal. Las emociones negativas o los traumas como la violación, abuso o la muerte de un ser querido también pueden desencadenar trastornos. Incluso un acontecimiento feliz, como dar a luz, puede provocar trastornos debido al impacto estresante del hecho que implica un nuevo papel en la persona y su imagen corporal. Una vez que las personas comienzan a tener conductas de alimentación anormales, el problema puede perpetuarse.
Lo que debemos evitar es comer compulsivamente justificando motivos innecesarios, reuniones, cumpleaños, celebraciones...Primero tu salud.
Vía: Todo para gorditas
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